30 mar 2009

Salto al vacío


Aquella vez me dijeron,


la fe es un salto al vacío.


Al vacío casi lleno.


Lleno de dudas,


de cemento ardiente,


de frases que no acaban


saliendo de la boca,


de zapatillas para el agua,


de monigotes y rayas.




El amor, entonces


¿es un acto reflejo


de la fe?


¿Y a donde salta el amor?


¿A un tejado quebradizo?


¿A los pies de la ilusión?


Un salto en alto,


un salto de talones firmes


un salto que te lleva


hacia atrás


una y otra vez,


hasta que sople un buen viento,


hasta que remontes.