12 jul 2009



Es la mejor frase que podría decirte si vuelvo a cruzarte alguna vez. No voy a tener fuerzas para regresar detrás de tus pasos de latón, ni ganas de tus besos plutónicos, ni ríos de amor para que naufragues. Tengo la cabeza llena de vos. Me acuerdo todavía de cuando saltamos tan alto tan alto que te enganchaste al cielo, como un alfiler quedaste prendido. Horas y horas esperé que bajaras, pero no pudiste soltarte, "tenías miedo". Desde aquella vez, mi sol se ha cansado de tu luz y cierra los ojos para no encandilarse. Éramos felices, solía pensar. Íbamos a pintar la casa de verde y tendríamos un balcón-túnel directo al amanecer. Todo lo soñamos. Hasta soñamos que soñábamos juntos. No, no me alejo por despecho. No me siento traicionada, ni espero de vos nada más. Ya me diste todo, y juntos todo perdimos. Entonces me obligo a olvidarte. Cuando un dolor es tan grande, lo único en lo que se piensa es en hacerlo desaparecer. Por eso, vuelvo el tiempo atrás a pesar de la inmensa felicidad que me das. Porque, "si nunca te conozco, entonces nunca tendré que perderte." Sí, eso voy a decirte.-