1 nov 2011

Cuerda - floja

Entonces te digo que sí, y no te miento más. Estoy en puntitas tratando de alcanzarte, y es tan peligroso, tanto, y siento que la cuerda se desliza hacia el hueco que queda entre mis dedos, y que el aire de pronto es húmedo y que me falta la capacidad de respirar, y que los precipicios a los lados son avistajes desde una montaña rusa  y que el riesgo de caer es enteramente mío.
Estoy en puntitas en el aire, en la cuerda, en la altura, entre tus ojos. Estoy peligrosa en tu boca. Estoy húmeda resbalando en tu mejilla. Estoy rusa como tetris incansable, como revolución o como ensalada.
Entonces te digo que sí, que estoy pensándote mientras bailo, mientras canto, mientras siento...
Puedo admitirlo si es lo que querés, la cuerda es floja y ashi estoy pisando: con duda.


¿Pero si somos equilibristas,
                                         es justo sentir este miedo?